Costa Rica está actuando. Las Autoridades nacionales han reaccionado frente a la pandemia del COVID-19 desde diversos ángulos: medidas sanitarias indispensables, campañas de prevención e información a la población, controles para tratar de contener el nivel de contagio. También se han adoptado diversas medidas para mitigar los efectos económicos que ya empezamos a experimentar: la Ley de Alivio Fiscal, que posterga el pago de ciertos impuestos por un período de 3 meses, medidas de flexibilización de condiciones crediticias con la labor conjunta de Autoridades y de entidades financieras (públicas y privadas); la disposición de un presupuesto para enfrentar la emergencia y medidas de protección del empleo, como la histórica posibilidad de reducción de jornadas laborales, entre otras medidas que se continúan anunciando.
La afectación es inmediata y para ciertos sectores representa cero ingresos, por un período que aún nadie puede predecir, de cara también a una recuperación que puede ser particularmente lenta. Todos estamos en el mismo barco. Y por “todos” me refiero al mundo entero, por la concatenación e interdependencia económica global y porque es el mismo virus el que nos afecta a todos. Por ello, resulta valioso que volvamos nuestros ojos a la experiencia de otros países que van adelante en la evolución de la pandemia y que la necesidad apremiante los ha llevado a buscar soluciones creativas que, por qué no, podrían ser de inspiración para nuestro país.
Empecemos por China, país que ya ha anunciado la finalización de la emergencia de salud y que ahora se enfoca en su recuperación. Este país ha tomado medidas como el diferimiento de pérdidas en favor de las empresas por plazos ampliados de 5 a 8 años, la exención del 50% al 100% de las contribuciones de seguridad social por un período de 6 meses, según sea el nivel de impacto sufrido por cada sector y a la ubicación del negocio (lo cual tiene sentido por la afectación focalizada en una región del país). Además, han establecido la exoneración por completo del Impuesto al Valor Agregado a los sectores más afectados, por ejemplo, transporte público y turismo.
Por su parte, Italia, el país que actualmente cuenta con más personas infectadas, ha tomado medidas como:
- Diferimiento del pago de cargas sociales e impuestos
- Congelar las actividades de cobro y fiscalización de las Autoridades Tributarias
- Congelar el pago de impuestos para contribuyentes de sectores de mayor afectación
- Establecimiento de nuevos plazos de cumplimiento tributario
- Suspensión de los plazos para la inscripción de contribuyentes
- Incentivos fiscales para los alquileres comerciales
- Incentivos para las donaciones durante períodos de afectación
- Aplicación de pagos de impuestos con créditos del Estado
- Incentivos fiscales para profesionales independientes y para nuevas inversiones
Otros países, como Estados Unidos, contemplan medidas como subsidios directos a su población.
De las medidas reseñadas, llama la atención la extensión más prolongada de los auxilios tributarios, la identificación de los sectores más afectados para brindar alivio especial y la previsión de medidas que incentiven la recuperación económica tras el cese de la emergencia.
Estos son algunos ejemplos y experiencias que podemos considerar como país en nuestra búsqueda de soluciones y ver hacia el futuro cercano con optimismo y esperanza. Juntos podemos.
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Fuente: Red global de profesionales de BDO