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Implicaciones del impuesto mínimo global para la atracción de inversión en Costa Rica

18 octubre 2021

Marianela Masís, Socia de Impuestos - Coordinador Internacional de Impuestos |

A partir del acuerdo histórico de 136 países del mundo para la fijación de un impuesto mínimo global surgen diversas interrogantes sobre la afectación que tal medida generará en nuestro país.

No hay duda de que Costa Rica ha sido exitosa en plantear un modelo de atracción de inversión extranjera, fomentando la creación de empleo y encadenamientos beneficiosos alrededor del Régimen de Zona Franca, mismo que hemos regulado cuidadosamente para alejarnos del peyorativo apelativo de “paraíso fiscal”. Lo cierto es que este régimen ha demostrado ser un jugador clave para Costa Rica, sobre todo en tiempos de pandemia.

Por otro lado, esta medida internacional es la respuesta a la digitalización de la economía y al auge de grandes empresas tecnológicas.  Con este acuerdo, los países firmantes pretenden emparejar la cancha y desmotivar el juego de asignación de ingresos de estas compañías a jurisdicciones de baja tributación, creando una regla de afectación mínima. El mensaje está claro: ya la época de cero impuestos quedó atrás

En concreto, se ha acordado una tasa impositiva mínima de 15% dirigida a empresas que generen más de 750 millones de euros.

Esto implicaría que si una de estas compañías opera en Costa Rica bajo el régimen de zona franca y nuestro país le cobra 0% impuesto, la jurisdicción de su casa matriz estará en posibilidad de cobrar ese mínimo global.  Esto quiere decir que, la Compañía pagará impuesto en algún lado, pero cumplirá con el mínimo.  Con esa repercusión práctica de resultar afecto a un impuesto mínimo sí o sí, pareciera que desaparece el incentivo fiscal del régimen y resulta claro que, si Costa Rica no cobra, alguien más lo hará.

Frente a esta realidad, los grandes ganadores serán los países que han venido enfocando su propuesta de valor para la atracción de inversión en aspectos que trascienden lo meramente fiscal.  En el caso de Costa Rica deben destacarse aspectos como nuestro régimen democrático estable, la inversión en salud y educación de la población que permite acceso a recurso humano calificado y la amplia cobertura de utilización de energía renovable. 

Afortunadamente, esta carrera Costa Rica ya la inició desde hace décadas y podemos diferenciarnos con nuestra propuesta valor en un mundo donde van perdiendo peso las ventajas fiscales.  

El mundo ya se unió para demandar impuestos a grandes compañías transnacionales, el siguiente paso es que el mundo se una para fomentar inversiones verdes y en campos estratégicos de innovación que se traduzcan en beneficio de toda la humanidad.  Costa Rica debe ser el destino de esas inversiones del futuro.